
Historia de Lyon
Fundada en el año 43 a.C. por los romanos bajo el nombre de Lugdunum, Lyon nació en un lugar estratégico en la confluencia entre los ríos Ródano y Saona.
Durante el Imperio Romano, Lyon se convertió en un importante centro admnistrativo y comercial, llegando a ser una de las ciudades comerciales más valoradas del imperio durante más de 300 años.
Tiempo después, durante la Edad Media, el Imperio Romano comenzó a perder fuerza, pero Lyon logró mantener su importancia como centro comercial y cultural mientras se sucedían los diferentes conquistadores.
La llegada del Renacimiento llevaría a Lyon a un periodo de florecimiento cultural durante el cual se convertiría en un importante centro gracias a la imprenta y el arte, además de un boyante espacio de negocios propiciado por el comercio de la seda y el sector textil.
En el siglo XIX Lyon se sumergió en un rápido proceso de industrialización que se vería especialmente reflejado en el crecimiento de la maquinaria para la producción de seda.
Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, Lyon supo aprovechar las circunstancias para reinventarse como importante centro logístico y de suministro de material para el ejército francés.
Tras finalizar la guerra, la ciudad continuó con su proceso de desarrollo, presentando un importante crecimiento en su industria mientras la población se incrementaba a pasos agigantados.
Durante la Segunda Guerra Mundial Lyon fue ocupada por los nazis, que chocarían con la fuerte presencia de la resistencia francesa en la ciudad, algo que provocó que la ciudad sufriera continuos castigos e importantes destrozos.
En la actualidad, Lyon es una moderna ciudad universitaria que ha sabido mantener su carácter industrial y conservar su esencia y su espíritu para sorprender a los miles de turistas que cada día viajan hasta allí para descubrir su historia y sus historias.